"Ukrania Disco" , sueño, realidad, historia


 

Me llamo Fedor, nací en un suburbio en las afueras de Moscu, hace una semana cumplí 20 años en alguna carretera en Ucrania, un día después de atravesar la frontera.

Ayer me enfrenté al arma más peligrosa con que me he podido encontrar en esta cruenta guerra. No fue el frio, ni los largos atascos con horas de espera por obstáculos diversos en nuestra marcha puestos por el "enemigo".

Tampoco tantos días fuera de casa, ni la comida insipida supuestamente rica en vitaminas y quizás también en ansiolíticos y anfetaminas, menos la dureza del sargento Dimitri con nuestras cabezadas exigiéndonos estar bien despiertos, ni siquiera dormir doblado dentro del tanque, Todo eso era soportable hasta tropezar con aquel inmenso camión atravesado en la carretera.

Estabamos a 450 metros cuando siendo el primer tanque empecé a apuntar al punto central del vehículo.

Un aviso recibido por Dimitri me pidio desistiera, al parecer imágenes de uno de nuestros satelites había probado que no habían habido movimientos durante más de un día, y serían enviados unos artificieros al considerar que por el tamaño del trailer  sería más facil de mover sin volarlo. 

A cincuenta metros me detuve siguiendo ordenes.

En el momento que el vehículo de artificieros iba rebasando la fila de tanques para intervenir fue cuando esa arma desconocida me enfrentó a mi mismo. 

Unos atronadores altavoces comenzaron a sonar, los sonidoa más graves retumbaban en mi pecho.

La intensidad de decibelios obligó a los artificieros a solicitar un mayor aislamiento acústico del que llevaban para poder operar con tranquilidad, la protección contra metralla no bastaba, sus sofisticados auriculares para afrontar explosiones sorprendentemente no eran eficientes con los decibelios sostenidos. Aquellos gigantescos baffles debían poder oirse desde decenas de kilometros.

Estaba empezando a sonar mi canción favorita del grupo de Ekaterimburgo "Slaughter to prevail".

Cuando os escribo esta carta ya en un pueblo de Ucrania dónde me han asistido he podido saber  que Rusia en estos pocos días ha sido sometida a un aislamiento internacional sin precedentes, que numerosas empresas han decidido cerrar sus puertas en Rusia y que se espera una salida para Putin, quien como consecuencia a su decisión ha recibido numerosas protestas internas, incluidas la de mi grupo favorito de rock. Sus propios amigos en colaboración con una potencia extranjera están propiciando un alto el fuego. La presión interna de muchos ciudadanos, como los integrantes de mi banda favorita,   personalidades de la Economía, la Cultura y otros muchos valientes anónimos han clamado por la Paz. 

Pero en aquel momento, dentro del tanque con mis dedos pegados al gatillo, aquella familiar batería resonaba en mi interior y me indicaba que algo no iba bien cuando mi supuesto enemigo me ofrecía mi canción favorita.

Llevaba un tanque y estaba dispuesto a disparar, eso había aprendido en numerosos ejercicios de tiro, pero la verdad es que nunca había apuntado a objetivos civiles reales y mucho menos a seres humanos. Sabía que era así pero no me acababa de convencer la idea.

En el paso de una cancion a la siguiente lenzaron un breve mensaje. "Soldados rusos sois bienvenidos en Ucrania, saltad de vuestros vehículos y corred con los brazos en alto a la primera posición ucraniana que veáis, sereis nuestros invitados, refugiados políticos. Bienvenidos a Ucrania y bienvenidos por la UE"

A continuación sonó otra de mis canciones favoritas que tantas veces había bailado, pero nó, en aquel momento dentro del tanque no era la ocasión. En poco minutos pasaron mas canciones, mensajes y por mi cabeza muchos pensamientos, mi familia, mis amigos, mi honor, pero también la muerte, cualquier soldado debía disparar contra cualquier desertor. También que yo no quería matar a nadie, menos a cualquiera con quién poder compartir mi música favorita en una pista de discoteca. 

Probablemete la futura grandeza de Rusia no estaba tanto en la guerra sino en la paz. Convencer en vez de vencer.

Qué en realidad -como a veces me decían mis amigos más pacifistas- los ejercitos son un negocio decadente y destructivo con los años contados en función del desarrollo de la Civilización hasta la Unidad Política Internacional. Y las guerras sólo un necesario consumo de armas sencillamente porque aún no se ha reconvertido este sector industrial. Qué en el siglo XXI no debiera poder encontrar justificación ninguna muerte causada por soldado de cualquier país.

En un acto reflejo que ni yo mismo puedo comprender abri la compuerta y salté al campo, pero mis dos compañeros -incluido el sargento- me siguieron, debieron tener sentimientos parecidos. Se oyeron apenas unos disparos entre el sonido desgarrado de guitarras y los gritos guturales de Shikolai´s,  pero mirando de reojo hacia atrás mientras corría pude ver que eran muchos quienes nos imitaban, corriendo por aquí y por allá, saltando de todos los vehículos del convoy militar. Todos corriamos con los brazos arriba y las manos abiertas, intentando acercarnos a una población que se avistaba a pocos kilometros.


Por lo visto, a la misma hora, hubo cientos de trailers en todo el país que empezaron a difundir mensajes de paz y amor mezclados con canciones de heavy metal, deathcore, rock y pop favoritas de ambos bandos. Ucrania pasó de ser un campo de batalla a una gigantesca discoteca abierta.

Esta operación de paz recibió el nombre de "Operación Nagachika" en honor y recuerdo a  Narita Nagachika. En la campaña de reunificación de Japón emprendida por  Toyotomi Hideyoshi en el S. XVI Nagachika -como daimyo provisional-   defendió el castillo de Oshi con sólo 500 hombres  frente a un ejército de 20.000. 

Entre otras muchas estratagemas y en última instancia, sobre el amplio foso natural propiciado por los dos rios que aislaban el castillo, desde una barcaza a modo de escenario fue el propio Nagachika quien danzó y cantó causando hilaridad en el enemigo.

Su auditorio, desde la empalizada organizada por el invasor para el asalto, eran miles de guerreros enemigos. Sorprendentemente esos soldados empatizaron y comenzaron a reir, cantar y bailar con el espectáculo que se les ofrecía. Aunque sí, finalmente un francotirador interrumpió el espectáculo alcanzándole con un disparo que desagrado al improvisado auditorio "de enemigos". 

Después el desproporcionado ejército atacante tuvo que reconocer su valor y derechos, respetando a ciudadanos y propiedades.

Tras el éxito de la "Operación Nagachika", mas de un millón de refugiados en la UE regresaron a Ucrania, 111.111 soldados rusos desertaron pasando a convertirse en exiliados políticos reconvertidos a distintas actividades en Ucrania y muchos de ellos en los 27 Estados de la UE. Putin viajó a Venezuela y posteriormente a Cuba. 

China cambió su estrategia para anticipar distancia hegemónica.

En el desarrollo de esta ficción ningún animal humano -racional o "no tanto"- sufrió ningún daño como han podido leer. Ucrania entró en la UE en el 2031, Rusia en el 2035 recibiendo muchos de aquellos exiliados de vuelta. Y luego ya, China nos organizó la vida a partir del 2045 en plena connivencia con lobbies internacionales, fundamentalmente americanos.




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